La actividad que desempeña un laboratorio de análisis agroalimentario ofrece varios beneficios a las empresas, sobre todo en el sector agrícola, ya que son muchos los análisis que se deben llevar a cabo en este ámbito para asegurar la calidad en los productos que se obtienen de la actividad realizada por los agricultores, y que luego serán entregados al consumidor final. 

En este sentido, vamos a conocer en qué se basa el trabajo de un laboratorio agroalimentario, así como los beneficios que ofrece a los profesionales del campo.  

Qué es un laboratorio agroalimentario 

Un laboratorio agroalimentario centra su actividad en el control y análisis de todos aquellos aspectos necesarios para garantizar la óptima calidad de los productos alimenticios para su comercialización en el mercado. De estos estudios, en muchos casos, depende que la cadena de venta y distribución continúe en su dirección adecuada desde el campo, hasta el consumidor final.  

Asimismo, los especialistas que conforman un laboratorio de análisis agroalimentario son indispensables para asegurar el cumplimiento de las normativas comunitarias y nacionales, evitando que puedan surgir sanciones durante los distintos controles de calidad o inspecciones técnicas gubernamentales que evalúan aspectos como la presencia de contaminantes o sustancias indeseables en los productos.  

Los distintos tipos de análisis y evaluaciones que realiza un laboratorio agroalimentario son determinantes en muchos casos ya que trabajan sobre resultados analíticos que inciden en el estado, necesidades o defectos de cada tipo de cultivo. También ayudan a garantizar la procedencia del producto y a asegurar que cumplen con todo lo incluido en su etiqueta de venta, adaptándose así a los requerimientos de un consumidor cada vez más exigente.  

Beneficios de contar con un laboratorio agroalimentario 

Para las empresas y los profesionales del sector alimentario y agrario, los servicios que ofrece un laboratorio agroalimentario pueden servirles como instrumento indispensable de control analítico de calidad de los productos que cultivan y/o comercializan.   

De esta manera, son muchos los ámbitos de actuación en los que se pueden realizar análisis agroalimentarios. Destacando, entre ellos:  

Análisis de contaminantes  

En interés de la salud pública, resulta esencial mantener el contenido de los contaminantes en niveles aceptables desde el punto de vista toxicológico. 

El Reglamento (CE) no 466/2001 de la Comisión, de 8 de marzo de 2001, por el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios (2), establece qué contaminantes y en qué alimentos se deben controlar. Así también el Reglamento (EC) Nº 396/2005 regula los límites máximos de plaguicidas aceptados en distintos alimentos. Por tanto, el análisis de todos estos contaminantes y de pesticidas es fundamental para la industria agroalimentaria con el fin de asegurarse de que envían al mercado alimentos totalmente inocuos. 

Análisis microbiológicos  

El análisis microbiológico permite conocer si el alimento está libre de patógenos o de microorganismos indicares de contaminación. Patógenos que pueden causar crisis alimentarias importantes y que en algún caso pueden causar la muerte de los consumidores. 

Análisis de fraudes alimentarios 

Cuando hablamos de fraude alimentario nos referimos al incumplimiento intencionado de la legislación alimentaria con respecto a la oferta de productos en cuyo etiquetado se alega una calidad o cantidad inferior o diferente a la señalada en el envase. Una práctica que en los últimos años ha despertado recelos en consumidores, autoridades y también en la propia industria alimentaria que ve mermada su imagen y confianza. Todos los agentes de la cadena están tomando medidas. 

Según la INTERPOL Existen dos tipos principales de delitos alimentarios: venta de alimentos no aptos para el consumo, que incluye la venta de productos derivados de animales de origen desconocido o el re-etiquetado de productos ya caducados, y el relleno, dilución, sustitución y etiquetado incorrecto, que comprende la sustitución de alimentos o ingredientes por alternativas más baratas, lo que puede resultar perjudicial, o etiquetar incorrectamente de forma deliberada acerca de la calidad o la fuente de los ingredientes. 

Algunos de los alimentos en los que se produce este fraude es en: Aceite de oliva, Miel y Productos del mar. Por ello, es fundamental que los fabricantes defiendan sus productos de estos fraudes, así como los distribuidores, asegurando la total garantía de los productos 

 

Como ves, son muchos los beneficios que un laboratorio agroalimentario puede aportar a las diferentes empresas y particulares que trabajan en este sector. 

Además, Laboratorio Agrama cuenta con un Sistema de Control de Calidad acreditado por ENAC según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025, la cual establece los requisitos que se deben cumplir para que los laboratorios de ensayo puedan mostrar que cuentan con este sistema de gestión de calidad, y que sus resultados son técnicamente válidos.