MOSH / MOAH: análisis de hidrocarburos minerales no deseados en los aceites
La abreviatura MOSH/MOAH se ha establecido como un término genérico para todas las sustancias derivadas de aceites minerales, incluidos los análogos químicos de fuentes de aceites no minerales. Gracias al uso del equipo de análisis LC-GC Workstation MOSH/MOAH, desde Laboratorio AGRAMA han conseguido reducir el tiempo de análisis de los compuestos MOSH y MOAH y bajar los límites de cuantificación.
El 23 de abril de 2008 se notificó al Sistema de Alerta Rápida para los Alimentos y los Piensos que se había detectado que aceite de girasol originario de Ucrania estaba contaminado con elevados niveles de aceite mineral. Un año más tarde, la Unión Europea estableció una serie de requisitos para la importación de aceite desde Ucrania. Los aceites minerales son productos obtenidos de la destilación del petróleo y están compuestos mayoritariamente por hidrocarburos. Debido al amplio uso de dichos aceites minerales, los alimentos pueden llegar a contener hidrocarburos, bien por vía directa a través de los materiales de embalaje, el uso de aditivos y coadyuvantes tecnológicos, lubricantes de la maquinaria empleada en el procesado, etc.; o bien procedente de la contaminación ambiental. Existen muchos usos comerciales de estos aceites minerales: como aditivos alimentarios, en medicina, productos fitosanitarios, piensos, lubricantes, materiales en contacto con los alimentos, tintas de impresión… pero también se pueden formar hidrocarburos de manera natural en organismos marinos, bacterias, hongos, plantas e insectos, y en el procesado de algunos alimentos, como tratamiento térmico, refinados de aceites, etc.
Existen tres tipos principales de hidrocarburos en los aceites minerales: a) parafinas (alcanos lineales y ramificados); b) naftenos (cicloalcanos con sustituyentes alquílicos); y c) aromáticos (incluyendo hidrocarburos policíclicos aromáticos alquil sustituidos, con cantidades pequeñas de PAH’s).
Se trata de mezclas complejas de hidrocarburos, imposibles de separar en compuestos individuales y proceder a su análisis, aunque sí es posible medir la concentración de las fracciones de saturados y aromáticos por separado, empleando métodos de cromatografía de gases (GC).
Para la evaluación del riesgo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha tenido en cuenta hidrocarburos con un número de átomos de carbono comprendido entre 10 y 50 carbonos, llegando a la conclusión de que los posibles efectos sobre la salud humana de estos grupos de sustancias variaban considerablemente.
Así, en el caso de los hidrocarburos alifáticos (MOSH), hidrocarburos saturados de aceite mineral -hidrocarburos de tipo parafina, de cadena abierta, comúnmente ramificados, por ejemplo, alcanos- e hidrocarburos cíclicos de tipo nafteno (cicloalcanos), que comprenden los grupos de parafinas y naftenos, éstos se acumulan en los tejidos humanos, concretamente en el tejido adiposo, en los ganglios linfáticos, en el bazo y en el hígado, produciendo microgranulomas según estudios realizados en animales.
Por su parte, los hidrocarburos aromáticos de aceites minerales (MOAH) consisten principalmente en anillos mono y/o poliaromáticos altamente alquilados. En este caso, el cuerpo los absorbe más rápidamente y se distribuyen a los órganos pero, al contrario que los MOSH, se transforman en el organismo y no se acumulan.
Son mutagénicos -principalmente las moléculas con 3-7 anillos aromáticos- y en su biotransformación dan lugar a otros compuestos carcinógenos genotóxicos, causando daño al material genético. Junto con los MOSH de mayor tamaño, pueden actuar como promotores de tumores.
Fuente de exposición para los consumidores
Los alimentos pueden llegar a contener hidrocarburos procedentes de las distintas fuentes descritas anteriormente, constituyendo una fuente de exposición para los consumidores. En este sentido, el Panel de EFSA ha identificado las posibles fuentes de contaminación de aceites minerales en los alimentos y los piensos.
En primer lugar encontramos los materiales en contacto con los alimentos: papel y cartón reciclados, tintas de impresión offset en papel y cartón, aceites minerales usados como aditivos en la fabricación de plásticos, papel y cartón encerado, sacos de yute y sisal tratados con aceite mineral, lubricantes para fabricación de latas de conserva, ceras aplicadas directamente a los alimentos como recubrimientos de fácil separación y adhesivos.
A continuación figuran contaminantes como aceites lubricantes de motores sin catalizador, combustibles sin quemar, restos de neumáticos y asfalto de carreteras. Pueden proceder de la maquinaria empleada en la cosecha -diésel y aceite lubricante-; de aceites lubricantes utilizados en bombas, máquinas dosificadoras y otras instalaciones industriales en el procesado de los piensos y los alimentos; y de agentes de limpieza a base de disolventes con aceites minerales o mezclas C10‐C14.
Finalmente, están los aditivos alimentarios, coadyuvantes tecnológicos y otros usos: antiadherentes, aceites para recubrimiento de alimentos, aceites minerales en piensos, antiespumantes, ceras parafínicas autorizadas, coformulantes de productos fitosanitarios y agentes antipolvo en cereales.
Hay que tener en cuenta que en el análisis actual también se miden los POSH, PAO y MORE, que son compuestos similares a los MOSH/MOAH pero con un origen diferente. Los POSH provienen de los plásticos, los PAO de los adhesivos y los MORE proceden de grasas, aceites o ceras aprobadas para su uso en la industria alimentaria. Dado que no es posible diferenciarlos en un aceite normal de los MOSH y MOAH, en caso de estar presentes se cuantifican conjuntamente. Pero, ¿es posible separarlos y analizarlos por separado? No es fácil y se requieren técnicas avanzadas tales como cromatografía en dos dimensiones, así como espectrometría de masas de alta resolución.
La contaminación del aceite por estos compuestos se puede producir a lo largo de la cadena de transformación, pudiendo contaminarse las aceitunas en la cosecha o en el transporte a la almazara, o durante el almacenamiento. La fuente de contaminación puede provenir también de los aditivos alimentarios o coadyuvantes que se aplican en las etapas de transformación del alimento. En estos casos únicamente se transfieren análogos de MOSH, ya que son productos purificados como los denominados aceites blancos. También puede suceder que exista migración desde el material de envase, que dependerá de la temperatura, del tiempo y de la superficie de contacto: a mayor temperatura, tiempo y superficie de contacto, mayor migración.
Equipo de análisis LC-GC Workstation MOSH/MOAH
Con el objetivo de ayudar al sector en su compromiso por controlar y reducir la transferencia y la aparición de hidrocarburos minerales no deseados en los aceites, Laboratorio AGRAMA ha desarrollado una potente herramienta para el análisis de estos compuestos.
AGRAMA es el único laboratorio independiente de análisis agroalimentarios acreditado en España para esta determinación. Las fracciones de MOSH y MOAH se aislan y separan mediante un sistema de cromatografía líquida (LC) junto con cromatografía de gases con detección de ionización de llama (HPLC-GC-FID). El acoplamiento de la cromatografía líquida on line y de gases de la herramienta LC-GC Workstation permite llevar a cabo el análisis de MOSH y MOAH de manera mucho más eficiente, reproducible y rápida. La automatización de la etapa de preparación de la muestra, incluida la reacción de epoxidación, limpieza y saponificación, permite reducir notablemente la manipulación de la misma por parte del analista, aumentando la reproducibilidad y precisión en los análisis.
Gracias a este nuevo método se puede llevar a cabo la determinación simultánea de MOSH y MOAH en aceites y se mejora notablemente la sensibilidad del análisis, pudiéndose llegar a un LC de 1 ppm de MOSH y de MOAH en muestras de aceite; al tiempo que se reduce enormemente el consumo de disolventes, por lo que disminuye el riesgo de contaminaciones.
Categorías
- ACUERDOS Y CONVENIOS (2)
- NOTICIAS (28)